- Trinchera Cultural
¿Qué sé yo qué es ser mujer? Poema de Álvaro Muñoz

¿Qué sé yo qué es ser mujer?
¿Yo, que vivo en la envidia del útero
— potencial creativo máximo, poder
del que hoy (aún) no cuenta —,
yo, que llevo un bosque en la barbilla
y que nací con las gónadas externas?
¿Yo que voy a saber de lo que significa ser mujer
si cada una de mis células está marcada
con la Y de yermo,
y mi sangre, toda mi sangre, hierve de testosterona?
Y si nunca me han abordado desconocidos en el metro
para tomar un café,
y si nunca me he sentido perseguido por la noche,
y si nunca me he sentido observado por el día,
y si nunca me han ignorado
o menospreciado
o insultado
por pertenecer a la mitad inconveniente del mundo,
y si nunca me han atacado,
y si nunca me han golpeado,
y si nunca me han matado
por una codicia enferma de mi humanidad
¿cómo puedo yo hablar de lo que es una mujer?
Pues, sencillamente, no puedo.
Pero tampoco me pidáis que os explique qué es un hombre.
Porque os diría
que es la luz del Sol reflejada por la Luna,
que es la cascada gélida del arroyo que nace en las montañas
o que es la montaña misma.
Que es el viento púrpura que sopla en el crepúsculo,
que es el olor a hierba seca de los días de verano,
que es el líquen polvoriento que tapiza la piel callosa de las encinas
y que precisamente por todo eso,
por ser Sol y Luna y agua y roca y viento y paja y tiempo
es también un poco
una mujer.
Pero creo que los que ignoran,
los que menosprecian,
los que insultan,
los que pegan,
los que matan,
los que tratan a otros seres como carne sin identidad,
los que ven a la vida como una propiedad,
todos los que creen ser superiores por un rasgo aleatorio
― o quizás se deliren a imagen de un dios ―,
esos,
que también se dicen hombres a sí mismos,
probablemente no estarían de acuerdo.
Y si hay hombres que nacen con vagina
y mujeres que orinan de pie,
y si algunos no saben qué nombre pronunciar
y hay otros que saben que ningún nombre es suyo,
y si…
y si…
y si…
¿Y si…?
¿Y si todos tratáramos a cada ser humano
como un ser humano?
¿Y si un día,
en esa tierra-tiempo-sueño-mundo-idea
— me niego a decir utopía —
tan lejana, que llamamos horizonte
aceptásemos el género como un secreto de las almas
y de pronto,
al mirar de unas pupilas a las otras,
viésemos,
al fin,
personas?
Álvaro Muñoz (Cuaderno de un soñador)