- Trinchera Cultural
"Mi vida huele a mar" Carlos Vera
Os presentamos a Carlos Vera, nuevo colaborador de El Rincón Mágico.
Estudió Filología inglesa y se especializó en docencia y traducción. Es profesor de idiomas en Secundaria. Defiende (y en eso no podemos estar más de acuerdo) que la Educación tiene el poder de cambiar el mundo. "Soy escritor por necesidad catártica y profesor por convicción".

Es autor de los poemarios Trazas de vida, Tú, yo y el mundo. y también del cuento infantil ¡Me encanta mi familia!
"Recuerdo escribir desde que tengo uso de razón. Básicamente, desde la adolescencia. Para mí fue una necesidad catártica de desahogo, un imperativo para verbalizar y plasmar en el papel realidades que no podían haberse dicho en ese momento de otra manera; era la única vía posible en aquellos tiempos de conectar con un yo de inseguridades y recelos, con un ente que cobraba fuerza interior pero que no daba con el canal para proyectarla."
Los primeros poemas que le marcaron fueron de Emily Dickinson.
"...por su esencia y energía. Logró que visualizara como lector y posteriormente como autor una forma de comunicación potente de sus angustias más obsesivas y primarias, una manifestación sincera de su contenido".
Hoy nos presenta un poema "Mi vida huele a mar"

"Este texto, que forma parte de mi segundo poemario Tú, yo y el mundo, es para mí un reflejo de la búsqueda del yo. Un recorrido y ejercicio psicoanalítico donde se presenta la escritura como purga y análisis personal desde la raíz, desde el interior del ser"
¡Bienvenido, Carlos!
Leedle, escuchad su poema... y a disfrutar.
Mi vida huele a mar
Mi vida huele a mar.
Recorro siluetas
en las olas
evitando —necio—
una espuma
—que siempre
me logra alcanzar—.
Mi vida huele a mar.
Lame mis heridas
sin juzgar…
A través del dolor.
No hay cicatriz
que resista
un toque de sal.
Mi vida huele a mar;
un mar al que miento.
De brazos cruzados,
ni yo me creo.
Me topo de bruces
contra mi propio cuerpo.
Mi vida huele a mar;
un mar del que huyo,
del que recelo,
al que no reconozco,
que ensucia
mis manos al
tocar el suelo.
Mi vida huele a mar.
Una corriente que
perdió su rumbo.
Su sonido hipnótico
me hizo olvidar
aquello que entonces
tuvo sentido en su surco.
Mi vida huele a mar;
uno que muere y resucita
innumerables veces,
ese que termina
con la última palabra,
que te ve caer
sin parecer que fallece.
Mi vida huele a mar;
ese al que no le importa
verte sangrar,
al que conoces
únicamente cuando
empiezas a andar.
Ahora
mi
vida
es
mar.
Carlos Vera.
Tú, yo y el mundo.