
Trinchera Cultural
"Canción oscura de una ciudad en carne viva" por Débora Pol
¿Dónde ha quedado el canto de los pájaros? Solo escucho gritos eléctricos sobre los árboles. La ciudad es un inmenso borrón de muros y neones. Yo sangro tinta, mientras tú sufres por la idea del amor no correspondido. Y mientras, tú te lamentas por ese Wassap no recibido.
Otros viven su guerra en medio de una trinchera llamada Ciudad.
La ciudad es un inmenso borrón de muros y neones.

''Entre gritos y flores desgarradas
un payaso se retira el maquillaje
con el perfil de una cuchilla de afeitar.''
Canción oscura de una ciudad en carne viva
He sentido el dolor de una lombriz herida
en la suela dura del zapato.
Y la oscura agonía de una rosa
en los labios de un adolescente melancólico.
En medio de un laberinto de tumbas y rascacielos
una niña sin rostro se corta las venas.
Y los perros mecánicos lamen
las tiras de piel muerta
que cuelgan como lágrimas de sangre de las fachadas.
Cada noche una manada de abejas oscuras
duermen dentro de mis ojos.
Cada noche mi corazón camina hacia atrás.
Bandadas de pequeños cuervos
anidan en la carroña del paisaje.
La oscuridad es una serpiente que lame mi cuello herido de amor.
Y la luna es esa calavera que cada noche
sonríe desde lo alto de un torre de venas y marfil.
Entre gritos y flores desgarradas
un payaso se retira el maquillaje
con el perfil de una cuchilla de afeitar.
Y una Cenicienta gótica
baila ballet sobre el tacón transparente de su zapato roto.
Una mariposa sin alas surge
de la palma de mi mano abierta.
Y un rebaños de lana sin sus ovejas
pastan bajo los prados calcinados de mis uñas.
El tiempo es un laberinto de lágrimas, tiras de periódico
y flores de cenizas. Donde cada minuto mis párpados
se rasgan. Y supuran de ellos letras heridas
y restos de versos devorado por las termitas mutiladas
de la melancolía.
Y en medio de una honda expansiva
de polillas y balas perdidas
me desgarro la piel de los párpados
con mis manos rotas.
Dibujando con sangre y con cemento
el perfil de un corazón profanado por gorriones
que agoniza en medio de un cordón
incrustado en la tierra.
Débora Pol.